Guía para probar con éxito un coche
- Prepárate para la prueba de conducción
- Qué necesitas para la prueba de conducción de un coche
- Prueba el coche
- Reflexiona sobre la prueba y toma una decisión sopesada
Sea nuevo o de segunda mano, la prueba de un coche antes de comprarlo es de vital importancia. Aunque parezca una exageración, probar el coche puede darnos las claves para tomar una decisión tan importante como es comprar un vehículo. Durante el test drive de un coche nos daremos cuenta de muchas cosas si sabemos prestar la atención necesaria a los detalles clave, por lo que en este artículo trataremos de recopilar todo lo que hay que tener en cuenta para probar un coche.
La prueba de conducción de un coche, nuevo o usado, es importante para ser conscientes si el vehículo se adapta a nuestras necesidades, si nos hacemos con su tipo de dirección o si nos convence cómo se comporta en diferentes carreteras. Si, además, el coche es de segunda mano, el test drive nos permitirá apreciar posibles fallos que no hemos podido descubrir a simple vista.
Prepárate para la prueba de conducción
Lo primero que tienes que hacer antes de probar un coche es conocer sus características técnicas: la potencia del motor, qué tipo de tracción tiene, si el cambio de marchas es manual o automático… Todos estos datos nos permitirán ir mucho más informados a la prueba del coche. Si el coche es de segunda mano, deberías haberlo visto primero o, al menos, haberle preguntado al vendedor qué antigüedad tiene y qué posibles fallos o averías ha sufrido o sufre, así sabrás qué buscar cuando estés conduciéndolo.
Una vez que tengas elegido el coche que quieras comprar y, por lo tanto, probar y hayas recopilado toda la información necesaria, tienes que dejar claro al vendedor que quieres conducir el coche antes de comprarlo. Por un lado, deberías desconfiar si te ponen problemas y, por otro, al avisarles permites que haya una mejor organización para que la prueba se desarrolle con tranquilidad y seguridad.
En este aspecto, deberías tener en cuenta ciertos aspectos para evitar imprevistos durante la prueba. Por ejemplo, lo ideal sería evitar las horas punta de tráfico para poder probar el coche con tranquilidad. Lo mejor es consultar Google Maps o apps similares para poder quedar a una hora y un día en el que el tráfico no sea muy denso. Lo mismo deberías hacer con las condiciones meteorológicas, aunque tampoco está mal ver cómo se comporta el coche con algo de lluvia.
Obtén los consejos más importantes antes de la prueba de conducción
Qué necesitas para la prueba de conducción de un coche
Documentación necesaria para probar el coche
Llegado el día de la prueba del coche que quieres comprar recuerda llevar toda la documentación necesaria, como tu DNI y tu permiso de conducir, y comprueba que el coche tiene todos los papeles en regla para poder circular sin riesgo de incurrir en infracciones de tráfico. Del mismo modo, habla con el vendedor qué tipo de seguro os cubre durante la realización del test drive para evitar problemas.
Un consejo que damos desde CARFAX es ir acompañado de algún familiar o conocido a la prueba del coche, mejor aún si esta persona sabe de coches. Cuatro ojos ven más que dos y una segunda opinión nos podrá ayudar a no pasar por alto fallos o a percibir detalles que se nos puedan escapar.
Inspecciona el coche
Lo primero que tienes que hacer antes de subirte al coche es inspeccionar el exterior y buscar arañazos o abolladuras en la chapa y la pintura y hacérselo saber al dueño, para así evitar que este nos acuse de haber provocado estos desperfectos durante la prueba. No olvides revisar el estado de los neumáticos, de las luces, las lunas y los espejos no solo por este mismo motivo, sino también para saber que no habrá problemas de seguridad durante el test.
Tómate tu tiempo para inspeccionar el interior del coche: comprueba que los asientos te gustan y te parecen cómodos y que la tapicería está en buen estado. No olvides subirte en los asientos posteriores y comprueba qué tipo de sistema tienen para fijar sistemas de retención infantil. Revisa, al mismo tiempo, que las posibilidades de ajuste de los asientos cumplen con tus expectativas.
Es importante que el habitáculo del coche y los asientos te parezcan cómodos y cumplan con tus requisitos de accesibilidad y de ergonomía, así como que los materiales del interior del vehículo sean de tu gusto. Piensa que vas a pasar horas dentro de ese coche que tiene que convencerte hasta el más mínimo detalle. Es importante, por ejemplo, que la tapicería de los asientos sea fácil de limpiar si tienes niños pequeños o que la forma del asiento del conductor no resulte incómoda después de un rato sentado sobre él.
Por último, antes de iniciar la marcha, no olvides comprobar que todos los sistemas eléctricos y electrónicos del coche funcionan. Enciende el climatizador y la radio, chequea que todo el sistema de infoentretenimiento está en condiciones, que los elevalunas eléctricos trabajan sin problemas… Todos estos detalles son importantes ya que los fallos electrónicos suelen ser difíciles de diagnosticar.
Prueba el coche
Llega el momento de arrancar el motor e iniciar la prueba del vehículo. Una vez que ya hayas ajustado los espejos y los asientos, se sientas cómodo y te hayas familiarizado con los controles del coche, arranca el motor y déjalo al ralentí. Es importante que veas que el motor no se sobrecaliente, que no haga ruidos extraños o se cale.
Mete primera y sal con suavidad, apreciando si el coche hace ruidos raros o vibra en exceso. Ves cambiando de marchas y aumentando la velocidad (por supuesto, respetando los límites de velocidad y cumpliendo con las normas de seguridad vial) y presta atención al comportamiento del coche durante este proceso.
Dos elementos importantes a los que tienes que prestar atención son la transmisión y el embrague: los pedales y el volante tienen que responder bien, ni muy duros ni excesivamente suaves, y sin vibraciones. Por otro lado, durante los cambios de velocidad, deberías centrarte en ver cómo responde la suspensión del coche.
Obviamente, fíjate en que el coche no emite humo de colores extraños, no produce olores extraños ni ruidos durante toda la prueba. No te olvides de fijarte en cómo se comportan los frenos y comprueba la dirección soltando el volante durante la marcha en una línea recta para ver si tiende a irse hacia un lado. Igualmente, mira cómo se comporta el coche en las curvas.
Si el coche es moderno, fíjate en que todos los sistemas de asistencia a la conducción funcionan correctamente y que no se enciende ningún testigo en el salpicadero después de un rato en marcha.
Por último, si el coche es eléctrico o híbrido, fíjate en la batería y la autonomía, así como en los consumos reales de energía del coche. Este paso es también importante en los motores térmicos, ya que un consumo de combustible demasiado elevado puede ser síntoma de avería.
Descubre las cosas más importantes que debes comprobar durante la prueba de conducción
En definitiva, deberías sentirte cómodo al volante y sentir que el coche responde perfectamente a tus movimientos. Si notas algún comportamiento extraño, no dudes en hacerle todas las preguntas necesarias al vendedor para salir de dudas. Aquí te dejamos un listado de preguntas para que puedas proponérselas al propietario del vehículo:
¿Por qué vendes el coche?
¿Ha tenido propietarios anteriores?
¿Qué uso le has dado al coche?
¿Qué aceite para el coche has utilizado?
¿Puedo llevar el coche a mi mecánico para que lo revise?
¿Puedo ver el libro de mantenimiento?
¿Ha habido problemas con las puertas del coche, con el portón del maletero o las juntas?
¿Has cambiado alguna vez los faros del coche?
¿Puedo ver el estado del líquido refrigerante?
¿Están todos los papeles en regla?
Antes de acudir a la prueba, te recomendamos adquirir el informe de vehículo CARFAX para ir lo más preparado posible y tener toda la información disponible sobre el coche.
Por último, si has notado cualquier tipo de comportamiento anómalo, pregunta por él.
Reflexiona sobre la prueba y toma una decisión sopesada
Es importante no tomar la decisión sobre si queremos comprar el coche o no en el momento. A no ser que la prueba haya sido desastrosa, es preferible volver a casa y tomarse unos días para pensar en qué nos ha gustado y qué no de conducir ese coche. Tomar decisiones precipitadas puede convertirse en una mala compra.
Es posible que antes de ir a probar el coche tuvieras una idea de lo que esperabas de él y que, después de conducirlo, la experiencia haya sido distinta. Esto no siempre es malo: recuerda las sensaciones que tuviste al conducir el coche y las necesidades de movilidad que tienes a diario y decide si ese vehículo las cumpliría. Quizás no sea el más potente del mercado, pero si se ajusta a tus exigencias no tiene por qué ser una mala opción de compra.
Recuerda qué buscas en ese coche: ¿tienes que ir más por carretera o por ciudad? ¿Necesitas espacio en el maletero o en los asientos posteriores? ¿El coche tiene que ser potente sí o sí? ¿El vehículo es seguro? ¿Se aparca bien o tienes un garaje en el que ese coche cabe? Intenta responder a todos esos interrogantes con las sensaciones que tienes de la prueba. Si las respuestas son satisfactorias, ya has avanzado hacia tu decisión.
No olvides comparar las sensaciones que has experimentado en conducción con la información sobre el vehículo de la que dispones. Hay veces que el vendedor puede maquillar ciertos aspectos sobre el coche o, por el contrario, es posible que el coche haya sufrido un accidente que nos haga dudar sobre su futura fiabilidad pero que esta haya sido bien reparada y que no interfiera para nada en el comportamiento del coche. Cruza lo que hayas descubierto en la prueba con los datos que tengas del coche.
Sopesa todos estos factores y tómate el tiempo necesario para anunciarle al vendedor lo que decidas. Las prisas son malas consejeras y pueden hacernos cometer errores en un proceso tan delicado como es comprar un coche.
La importancia de probar un coche antes de comprarlo
La importancia de probar un coche antes de comprarlo es vital. Esta prueba nos permitirá descubrir si el coche se adapta a nosotros y a nuestras necesidades, así como a averiguar si su estado es tal el que promete el vendedor o si tiene algún fallo oculto que solo se descubre conduciéndolo.
Si juntamos la información que nos da la prueba de conducción de un coche junto con la que hayamos extraído de hablar con el vendedor y la que dispongamos tras haber consultado el historial de vehículo CARFAX, podremos estar seguros de tomar una decisión de compra acertada y sopesada que reducirá el riesgo llevarnos a casa un coche que nos de problemas a posteriori.