Financiación, renting o leasing: ¿qué es mejor para comprar un coche?
- Financiar la compra de un vehículo
- Leasing: el renting con opción a compra
- Renting: todo incluido
Salvo en excepciones o ciertas compraventas de vehículos de segunda mano, la financiación ha sido siempre el método tradicional para comprar un coche nuevo. La comodidad de pagar a plazos a cambio de pagar un porcentaje en concepto de intereses es la respuesta a la pregunta qué es financiar un coche, una que desde hace años se estila en concesionarios y puntos de venta.
Sin embargo, desde hace ya algún tiempo, sobre todo en el mundo de las empresas, surgen otros interrogantes. Qué es un coche de renting o qué es un leasing de coches son dos preguntas cuya respuesta cada vez es conocida por más usuarios. Estos sistemas son alternativas a la compra tradicional de un vehículo y, aunque la diferencia entre leasing y renting es muy sutil, comparten muchas ventajas a tener en cuenta en comparación con la compra tradicional. En este artículo estudiamos cada caso.
Financiar la compra de un vehículo
La financiación de un coche ha sido siempre el método tradicional de compra de un vehículo, incluso en las transacciones de segunda mano. Lo más habitual es que sean los propietarios particulares los que se acojan a este tipo de sistema de compra, que permite fraccionar el pago en cómodos plazos periódicos. Al final del contrato de financiación, el coche pasa a ser propiedad de quien lo ha comprado, algo que da cierta seguridad.
Si optamos por financiar la compra de nuestro coche, no estaremos sometidos a restricciones de ningún tipo como puede ser uso o kilometraje, algo que sí sucede en los contratos de renting. Eso es porque el coche, básicamente aunque no en la práctica, es nuestro. Hay que destacar que hasta que no hayamos acabado de pagar cada plazo de la financiación o del préstamo, el coche no será 100% nuestro, sino que pertenecerá a la financiera con la que hayamos firmado el contrato.
Para financiar el coche, en concesionario o banco, hay que cumplir una serie de requisitos que veremos a continuación, pero lo primero es escoger dónde vamos a firmar la financiación. Se puede hacer en el propio concesionario, donde también se podrán financiar coches de segunda mano, o con una entidad financiera. Llegados a este punto, es importante tener en cuenta si nos compensa más pedir un préstamo a nuestro banco: puede que las condiciones y los intereses sean mucho más ventajosas.
Los requisitos para financiar un coche consisten en demostrar la solvencia económica. Para ello, habrá que ser capaz de probar que se tienen ingresos regulares (como una nómina) y no estar en la lista de morosos. Además, habrá que ser residente en España y mayor de 18 años.
A la hora de firmar el contrato, habrá que prestar atención a si hay que pagar entrada, cuántos plazos son y con qué intereses se consigue la financiación y otro tipo cuestiones como qué sucede si queremos vender el coche antes de acabar de pagarlo.
Para saber si merece la pena financiar el coche, deberemos saber si podemos pagarlo al contado o no (esta es la condición más determinante) y consultar otras opciones, como el renting o el leasing.
Leasing: el renting con opción a compra
¿Qué es un leasing? Básicamente es acceder a un contrato de alquiler de coche con opción posterior a compra, como sucede con las viviendas. Los coches de leasing son un buen sistema para acceder a un vehículo nuevo sin tener que tirar de nuestros ahorros o sin tener que plantearse con inmediatez durante cuánto tiempo vamos a necesitar el coche.
El leasing, explicado técnicamente, es un contrato de arrendamiento por el que la entidad con la que se firma el contrato cede el uso del coche a cambio de un abono periódico de unas ciertas cuotas. La duración del contrato puede variar, aunque lo habitual está entre los cuatro y cinco los años, aunque el mínimo legal parte de los dos años. El principal punto de diferenciación del leasing es que siempre incluye una opción de compra del coche a término del contrato.
Esta es la principal ventaja del leasing, ya que permite al conductor disfrutar del vehículo sin tener que comprarlo de primeras o puede no adquirirlo si pasado el tiempo sus necesidades cambian. Los contratos de leasing, además, gozan del beneficio fiscal de la amortización acelerada de cuotas.
Por el lado contrario, el leasing acaba funcionando como una financiación, ya que el resto de gastos como el mantenimiento, el seguro o las reparaciones corren a cargo de quien alquila el vehículo y no del propietario, en este caso, de la empresa de leasing. Esta opción para adquirir un coche es ideal para emprendedores o empresas pequeñas con poco capital y particulares que estén dudando sobre las necesidades que les llevan a necesitar un vehículo particular.
Renting: todo incluido
Desde hace unos años, los coches de renting se han ido posicionando como una de las mejores opciones para disfrutar de un vehículo sin enfrentarse a proceso de compra tradicional. Tanto para particulares como para autónomos o empresas, aunque quizás más para estos últimos, el renting tiene innumerables ventajas. ¿Qué es un renting de coches? Es un contrato de arrendamiento por el que se cede el uso del coche a personas jurídicas y a personas físicas a cambio del pago de una renta periódica y por un plazo determinado.
Básicamente, es un alquiler del vehículo a largo plazo que suelen disfrutar y aprovechar más los profesionales y empresas, aunque los particulares que disfruten de cambiar de coche o que no sepan muy bien cuándo y cómo van a cambiar sus necesidades también pueden sacar rentabilidad a esta modalidad de alquiler.
Más allá de los beneficios fiscales, ya que la cuota de renting es un gasto deducible para profesionales y empresas, una de las ventajas del renting es que está todo incluido en la cuota mensual: seguro, revisiones, impuestos… Lo único que el usuario deberá pagar es la cuota y el combustible que gaste el coche. En comparativa rápida entre el renting vs leasing, la principal ventaja es la posibilidad de estimar el gasto y pagar una cantidad fija mensual, además de las cero preocupaciones sobre el mantenimiento del vehículo.
Aunque no es muy común, existen diversos tipos de renting, como el renting de segunda mano, que tiende a ofrecer coches de ocasión o seminuevos. También es posible encontrar, aunque no de manera muy difundida, motocicletas con este tipo de contratación.
¿Cuál es la mejor opción: renting, leasing o compra?
Como hemos podido recapitular, cada sistema tiene sus ventajas y desventajas, aunque podría decirse que para cada perfil de usuario hay ciertos métodos que se ajustan mejor que otros. El renting es una gran opción para las empresas o los profesionales, ya que la cuota es fija mes a mes y puede deducirse como gasto.
Para los particulares, quizás el renting acabe siendo poco rentable y entre el renting o leasing, esta segunda opción sea mejor ya que permite al final del alquiler acabar adquiriendo el vehículo en propiedad sin tener que haber realizado una gran inversión inicial. Por último, las ventajas de la compra o de la financiación tradicional de toda la vida son el acceso directo a un vehículo en propiedad sin complicaciones, pero a través del pago de ciertos intereses a la entidad financiera.
Ante la pregunta sobre qué es mejor, comprar un coche o renting, u optar por un leasing, solamente se puede responder atendiendo a la situación particular de cada cliente y la situación económica, además de las necesidades que haya que cubrir en cada momento.