Las rutas más pintorescas de España en coche
- 1. El País Vasco
- 2. La autovía del Cantábrico
- 3. La Costa Brava
- 4. Castilla La Mancha
- 5. La Ruta de la Plata
- 6. La Ruta de los Pueblos Blancos
1. El País Vasco
El País Vasco es muy pintoresco y reúne tanto montaña como mar. Al recorrerlo en coche, no hay que olvidarse de visitar San Sebastián, Hondarribia, Bermeo, Bilbao, Vitoria y Mundaka, pudiendo ser estar perfectamente las paradas que organicen nuestra ruta.
Un trayecto no muy largo y particularmente bonito será salir desde Bilbao, pasar por el Puente Bizkaia, siguiendo por San Juan de Gaztelugatxe y la Casa de juntas de Gernika y acabar en la reserva de la biosfera Urdaibai.
Otra opción es adentrarse hacia el interior, también partiendo desde Bilbao, hasta Vitoria-Gasteiz, donde sus bares y tascas acogerán a los amantes dela gastronomía y la bebida. Desde esta ciudad, se puede acabar en el precio pueblo Laguardia.
2. La autovía del Cantábrico
La autovía del Cantábrico recorre el País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia. Estas cuatro comunidades del norte de España son preciosas a nivel de paisajes, están llenas de cultura y en todas ellas se come de maravilla.
Lo mejor es que esta ruta une también mar y montaña y, a lo largo de la misma, podremos decidir dónde parar: Luarca, Santillana del Mar, Comillas, Ribadeo, Hondarribia, San Vicente de la Barquera…
Las posibilidades para adaptar una ruta a nuestro estilo y nuestros intereses son muchas, pudiendo alargar y acortar el viaje según nos apetezca o dependiendo de los días que tengamos a disposición.
3. La Costa Brava
La Costa Brava es una ruta imperdible para disfrutar en coche. Su paisaje rocoso y sus calas harán las mil maravillas de aquellos que quieran disfrutar el mar de una manera completamente diferente a la de las playas de arena más grandes.
Como destinos esenciales, habrá que parar en Cadaqués y en Tossa de Mar. Si queremos disfrutar algo del interior, Begur es un pueblo medieval perfectamente conservado y en Figueres podremos visitar el museo dedicado a Salvador Dalí.
La gastronomía en esta ruta también es un alto atractivo: en estos pueblos la dieta mediterránea sabe mucho mejor, entre arroces, pescados y mariscos. Para aquellos más valientes, recordamos que muchas de las calas de la Costa Brava son nudistas, ¡así que quizás no hace falta ni llevarse el bañador!
4. Castilla La Mancha
Don Quijote no quería acordarse de ese pueblo de La Mancha donde acabó luchando contra gigantes que, en realidad, eran molinos; pero nosotros recomendamos mucho esta increíble ruta por Castilla La Mancha. Campo de Criptana, Herencia, Consuegra y Mota del Cuervo serán las paradas obligadas que dirigirán nuestra ruta.
La ruta de los molinos por Castilla La Mancha nos teletransportará a la época de Don Quijote, donde este peculiar caballero acabó luchando contra estos gigantes con aspas. Castilla La Mancha es una comunidad con paisajes de interior llanos, que se pierden en el horizonte. La Mota del Cuerdo, apodada el Balcón de la Mancha, nos dará una preciosa vista de la meseta española.
Otros pueblos que deben marcar nuestra ruta son Campo de Criptana, Herencia y Consuegra. Esta ruta la podemos alargar y unirla con la de los Pueblos Negros de La Mancha para acabar de conocer toda la región.
5. La Ruta de la Plata
La Ruta de la Plata es la ruta 55 española. Va desde Sevilla a Gijón, aunque en la época romana conectaba Mérida con Astorga y esta es la opción que recomendamos seguir si no se tiene mucho tiempo a disposición.
Hay tres paradas en esta ruta que son imperdibles: Mérida, donde visitar el teatro romano, Cáceres y Salamanca. Los paisajes que acompañan esta carretera son fascinantes, como cada uno de los pueblos por los que se pasa.
Un atractivo añadido de esta ruta son las tres reservas de biosfera que albergan y los dos parques nacionales: el de Doñana y el de Monfragüe.
6. La Ruta de los Pueblos Blancos
Bajamos hasta Andalucía para completar la Ruta de los Pueblos Blancos. Fachadas encaladas que relucen bajo el sol, macetas coloridas y un cielo azul que enmarca esta escena pintoresca. Cambia también la gastronomía, que será un deleite para los ruteros.
Hay un total de 19 pueblos que unen Cádiz con Málaga que crean una estampa sin igual. La Ruta de los Pueblos Blancos se llama así por la estampa, encajada entre el cielo y la montaña, que crean las fachadas encaladas de estos pueblos.
Se pueden completar dos versiones de esta ruta: la ruta norte y la ruta sur. Las dos empiezan por Arcos de la Frontera, punto imperdible de la ruta, y recorren el norte de la Sierra de Cádiz.
Bornos, Espera, Villamartín, Algodonales, El Gastor, Olvera, Torre-Alháquime, Setenil de las Bodegas, Acalá del Valle, Prado del Rey, El Bosque, Ubrique, Zahara de la Sierra… Estas son solo algunas de las paradas que nos maravillarán a lo largo de la carretera.