¿Qué es el precinto del coche?
- Qué significa el precinto del coche
- ¿Puedo conducir un coche con precinto?
- Diferencias entre embargo y precinto
Existen varias cargas que pueden afectar no solo a la compraventa de un coche, también a su libre circulación. Ante impagos de sanciones, requerimientos judiciales e irregularidades administrativas, las autoridades competentes pueden decidir la imposición de algún tipo de medida tomando el vehículo como objeto directo de la misma.
Una de estas medidas cautelares es el llamado precinto, que se impone sobre el vehículo e interfiere con la libertad de uso que el propietario puede hacer de él. Existe una figura similar, que es la del embargo, aunque un coche embargado presenta ciertas diferencias con un coche con un precinto.
En este artículo trataremos de explicar qué es el precinto de un coche, cómo afecta a la compraventa del mismo y cómo librarse de él.
Qué significa el precinto del coche
El precinto de un vehículo es una medida cautelar que se aplica sobre cualquier tipo de medio de transporte (coches, motos, caravanas, furgonetas...) cuando su propietario tiene algún tipo de deuda pendiente, bien sea con una entidad, con la Administración Pública o con alguna persona. La deuda tiene que estar reconocida por la autoridad competente y, habitualmente, el precinto permanece sobre el vehículo hasta que la situación se resuelve.
Al respecto de quién puede imponer un precinto sobre un coche, es importante saber que estas medidas solo se pueden utilizar por orden judicial o administrativa, siempre que la autoridad que la redacte tenga competencia sobre el asunto. De lo contrario, el precinto puede acabar siendo irregular, por lo que de colocarlo se estaría cometiendo un delito.
El hecho de que sobre un vehículo pese un precinto, administrativo o judicial, puede interferir en acciones como la compraventa del mismo o su uso. Los vehículos están en el segundo puesto de bienes que sobre los que puede actuar el juzgado o la administración en cuestión para resolver una situación de impagos.
La Ley de Capitalidad, tras los cambios practicados en 2006, expone que, ante una deuda, se actuará contra la cuenta corriente del deudor y, en caso de que no hubiera saldo suficiente para cubrirla, se pasará a inmovilizar el vehículo.
Los precintos tienen una vida de cuatro años, tras los cuales, y siempre que no se haya reclamado de nuevo el pago o no se hayan activado prórrogas del procedimiento, el precinto caducaría y el coche quedaría libre de cualquier restricción.
¿Puedo conducir un coche con precinto?
La respuesta a si se puede conducir un coche con precinto es clara: no. Esta medida cautelar impide al propietario del vehículo utilizarlo, aunque este esté aparcado en un garaje de su propiedad.
Sin embargo, sí es posible vender o traspasar un coche con precinto. Eso sí, habrá que avisar al comprador de la situación irregular en la que se encuentra el vehículo, ya que él será la nueva persona de referencia y sobre la que pesará, por así decirlo, la deuda. Es decir, con la compra de un coche con precinto también se adquiere la responsabilidad de saldar el impago asociado al mismo.
Lo que no se puede hacer con un coche con precinto es darlo de baja administrativa. Antes de poder dar de baja el coche en los registros de la DGT es necesario haber saldado toda deuda pendiente. Para entendernos, es imposible llevar a cabo cualquier tipo de trámite o uso (a excepción de la venta, que debe cumplirse bajo unos determinados requisitos) de un vehículo con un precinto hasta que la situación de impago no esté resuelta.
En el caso de querer saber si el coche usado que queremos comprar tiene alguna carga o está precintado, deberemos acudir a la DGT y consultar los informes de vehículo disponibles, comprar el historial CARFAX o acudir al registro de Bienes Muebles.
Diferencias entre embargo y precinto
Un coche embargado puede utilizarse a diario y, como consecuencia, debe cumplir con todos los requisitos para poder circular: debe tener seguro, pasar la ITV cuando le corresponda, acudir a las revisiones de mantenimiento periódicas... También puede venderse o transferirse sin problemas.
El precinto es el siguiente estadio al embargo. El embargo es una anotación preventiva y el precinto, una medida cautelar. Ante una situación de impago o deuda, la entidad autorizada para actuar contra el deudor le avisará de su situación irregular y procederá al embargo del vehículo, que podrá seguir utilizando. Si la situación no se resuelve, se pasará a precintar el vehículo. Es en este estadio cuando la deuda puede ejecutarse y el coche puede acabar siendo subastado.
Las normas que regulan los precintos de vehículos dependen de la naturaleza de la deuda contraída y del acreedor. Por ejemplo, cuando la deuda se contrae con una entidad financiera, es la Ley de Enjuiciamiento Civil la que se encarga de regular el precinto y un juzgado el que se encarga de ordenarlo. Si, por otro lado, la deuda se contrae con la administración pública (impago de impuestos u otros tipos de deuda), será el órgano acreedor (ayuntamiento, Agencia Tributaria...) la que ordene el precinto según la Ley General de Recaudación.