5 consejos para mantener tu coche de ocasión en buenas condiciones
Da igual que sean nuevos o de segunda mano: el mantenimiento es vital para cualquier coche. Es cierto que, conforme pasan los años, los coches requieren más cambios, sustituciones y, por lo general, cuidados. Estos cinco pasos son vitales para mantener el coche en buenas condiciones.
Consejos de mantenimiento para que tu coche de segunda mano
El aceite en los coches de combustión es esencial para que todas las piezas funcionen al unísono. Este lubricante también evita el desgaste por uso y mantiene la salud del motor intacta.
Por estas razones es importante cambiar el aceite del coche siempre que toque. EL aceite del coche se cambia entre cada 15.000 y 30.000 kilómetros o cada uno o dos años, según el uso del coche. Eso sí, si el vehículo tiene más de diez años, habrá que cambiarle el aceite cada 10.000 kilómetros máximo.
A la hora de cambiar el aceite del coche, hay que saber elegir. Lo más sencillo es consultar el manual de usuario para saber qué tipo de lubricante homologa el vehículo. Habrá que comprobar que las siglas que aparecen en el manual del fabricante del coche coinciden con las del aceite que queramos comprar.
Aunque se podría decir que el aceite del motor es el lubricante más importante del coche, es importante revisar todos los líquidos que fluyen por los circuitos del automóvil.
El líquido de frenos, el refrigerante, el de la transmisión o el de la dirección son algunos de ellos.
En el manual del fabricante del vehículo se recogen todas las fechas de cuándo hay que cambiar y sustituir estos líquidos. Obviamente, cuando toque hacer las revisiones anuales o pasar la ITV también se controlan los niveles de los distintos lubricantes.
Cuando haya fugas o pérdidas, será necesario encontrar por dónde se sale el líquido, reparar el agujero y rellenar o cambiar dicho lubricante. Encontrar manchas debajo del coche, notar los frenos esponjosos, la dirección dura o que el coche se calienta en exceso son algunos síntomas.
Son uno de los elementos vitales del coche, ya que son los únicos en estar en contacto con el asfalto. Revisar la profundidad del dibujo y la presión es un paso esencial en el mantenimiento del coche.
La mejor manera de revisar la presión de los neumáticos es utilizar un manómetro. Se conecta la boquilla de este aparato a la válvula del neumático para leer la presión actual, que se podrá aumentar o reducir con el mismo manómetro. La presión recomendada está entre los 2,2 y los 3,2 bares, aunque se puede consultar el manual del fabricante para asegurarse.
Por último, la profundidad del dibujo del neumático influye en su capacidad de adherencia al asfalto. Habrá que sustituir los neumáticos cuando la profundidad sea menor de 1,6 milímetros (el mínimo legal), aunque se recomienda hacerlo incluso antes.
Las puestas a punto consisten en revisar de arriba abajo que el vehículo puede circular sin problemas. Con los coches de más edad, es conveniente hacer una antes o después de verano y cuando vayan a hacerse viajes más largos.
Los componentes que habitualmente se revisan en una puesta a punto son el sistema de climatización, todos los líquidos del coche, los frenos y la suspensión, la batería y los limpiaparabrisas. A estos sistemas se pueden sumar otros como los cinturones o los airbags.
Aunque las primeras revisiones del coche vienen estipuladas por el fabricante, conforme el vehículo cumple años es posible que nos pida una puesta a punto. Si escuchamos sonidos raros o notamos vibraciones extrañas, se encienden luces en el cuadro de instrumentos o el coche se cala al ralentí, tocará revisarlo por completo.
Hay veces que el coche va dando pequeñas señales de que algo falla. Es mejor pecar de precavido y revisar que todo vaya bien a esperar que esos fallos leves se conviertan en graves averías.
Escuchar ruidos extraños, que el tubo de escape expulse humo de diferentes colores y o que diferentes elementos de la transmisión y la dirección vibren son algunos de estos síntomas. Las luces, sobre todo las de color amarillo, que se enciendan en el cuadro de instrumentos, también lo son. Una de ellas es el testigo MIL.
A veces están provocados por algún mal ajuste o la falta de algún lubricante, algo que tiene fácil solución. Sin embargo, se estas estas señales se pasan por alto, las averías pueden acabar siendo graves y costarnos miles de euros.
La importancia de las revisiones en un coche usado
Los coches aquejan más el uso conforme pasa el tiempo. Las principales revisiones y sustituciones de piezas deben realizarse cuando el vehículo ha cumplido años, por lo que es importante no descuidar el mantenimiento del coche.
Revisar el coche con asiduidad, asegurarse de que los niveles del aceite y otros líquidos son siempre correctos y prestar atención a cualquier síntoma de avería que pueda mostrar el coche son gestos vitales para alargar su vida útil (y ahorrar dinero en reparaciones).
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